No todo es lo que parece.
C aminaba hacía
mi clase, y ahí se encontraba mi mejor amiga Brenda. Ella es rubía, de ojos
verdes y de un carisma enorme. Nos conocimos en la secundaría y de ahí no
hicimos inseparables. Nos contamos todo lo que nos pasa, nos aconsejamos y nos
tenemos una a la otra. Ella es la mayor de tres hermanos pequeños, sus padres
siguen juntos después de algunas peleas. Vivimos en la misma calle, hacemos de
vez en cuanto pillamadas, o dormimos en la casa de alguna de las dos. Hacemos
todo juntas, tomamos las mismas clases, nos tenemos de tutoras en algunas
materia y lo más importante, es que sabía que ella nunca me iba a fallar. Que
siempre iba a estar ahí para mi, eso no lo dudaba.
Nos abrazamos
y le dí un beso en el cachete, ella estuvo ahora más feliz ahora que me vío,
seguro penso que no iba a venir.
-Hola Julia,
pensé que no ibas a venir. - Hablaba,
mientras sonreía. Logramos entrar en la misma Universidad, y eso fue suerte.
Las dos tenemos calificaciones satisfactorias y estamos orgullosas de nosotras
mismas. La miro con una sonrisa y le digo.
-Hola Brenda,
si yo pensé que no llegaba a tiempo. - le dije.
Saqué un
pañuelo de mi bolso, y me sequé las gotitas de sudor que tenía en la frente.
-Bueno, vamos
a dentro a ver si conseguimos un lugar agradable.-
Entonces, la
seguí adentro del Salon. El aula es grande y espaciosa, como para cien
personas, Todas las mesas son blancas con asientos de color negro. Es perfecto,
justo como me lo imaginé. Brenda llegó a conseguir un lugar en la primera fila,
y nos sentamos a esperar al profesor. Mientras hablabamos de las últimas
novedades ocurridas, alguién toca mi hombro.
-Disculpa,
¿este es el Salon 198 para la Especialización de Derecho?.
Conozco esa voz, pero no se me hace
conocida. Me doy vuelta para saber quién es, y me quedo atónita. Es él. Es a
quién me choque en el pasillo. Es a quién le hable lo más fría posible. Me
quedé sin habla, y mis mejillas empezarón a tomar un color rojo. Lo más posible
que me puede pasar es que este como un tomate. Abro la boca para decir algo,
pero las palabras no salen. ¡Reacciona Julia! No puedes quedar como una
ridicula frente a este chico.
-Emm...sí,
estás en la correcta. - No sabía que hacer, si esconderme, o salír a correr. Me
sentía debíl, estando acá con el. ¿Sera porqué es capas de derribar los muros
que yo misma levante?. Espera olvida que lo dije.
-Ah..
Gracias, Perdón por lo del pasillo. ¿Seguro qué estás bien?- me dijo.
-Perdonamé a
mí por como te hablé. Sí estoy bien, gracias.- le respondí.
-¿Te puedo
preguntar algo?.- Me dijo. Yo dudaba, pero era solo una pregunta inofensiva
¿no?.
-Si claro.
-¿Cual es tu
nombre?
-Emm... emm.
- ¿Cuál era esa pregunta? ¿Porqué quería mi nombre? Me quedé en blanco pensando
si decirle o no, hasta que Brenda se lo dijo...
-Se llama
Julia Scott, ¿y tú como te llamas?- Le dijo descaradamente, creo que estaba
coqueteando con él. La miré confusa, ella no sabía que me gustaba... bueno un
poco.
-Qué lindo
nombre, emm... mi nombre es Ethan Black- dijo perplejo.
Ethan...
Ethan Black, ese nombre me quedo en la cabeza. Ethan, ethan, ethannn... YA
BASTA. Mi cerebro parecía una grabadora repitiendo ese nombre.
-Mmm...
Ethan.- dijo Brenda. Yo la miré y ella me devolvío la mirada. Creo que hice una
mueca. Sí, eso hice una mueca. Brenda me miro con cara de risa, y nos reímos
como dos locas adolecentes. Ethan nos miro con cara de sorpresa y también nos
reímos de él. Y nos calló el profesor cuando entro al salón.
-Silencio,
silencio por favor... Tomén asiento. Hoy voy a elegír con quienes se van a
sentar. Cuando les elija un compañero de banco, así se sentaran todo el año.
Cada uno escriba en un papel chico su nombre y apellido- dijo un señor canoso,
vestía un sueter negro con pantalones de vestir blancos. Por favor que alguien
le enseñara a vestirse. Agrr.
Ethan se sento atrás de nosotras, mientras
Brenda y yo escríbiamos nuestros nombres en un papelito. Nos levantamos y le
entregamos al Profesor los papelitos y los puso en una bolsa, los demás
hicieron lo mismo hasta Ethan. Me detuve a mirarlo y era ¿Hermoso?. Ya basta
cerebro. Funciona bien. Por favor. Brenda también lo vío y abrío la boca para
decir algo.
-Es muy guapo
Ethan, ¡Dioss no me dijiste que te chocaste con el en el pasillo! - Si, a ella
le gustaba.
-Si, me
choqué con el eso es porqué iba apurada.-dije tratando de no sonar lo más
casual.
- ¡Qué
Suerte!, yo si me chocará con un chico así, no se que haría, seguro que me
desmayaría y le diría que me haga Respiración boca a boca ¡Jaja!- Claramente lo
decía en broma, igual yo creo que sería capas de hacer algo así. Me reí e hice
una mueca.
Justo cuando iba a hablar el Profesor me
callo y empezo a decir las parejas que se iban a sentar todo el año. Brenda se
iba a sentar con un chico llamado Adam, es rubio con ojos verdes. Miré para
donde estaba Brenda y vi que ya tenía una nueva conquista. Ella no es de dejar
nada al alzar. Ella iba a lo seguro, siempre y cuando le guste el chico. Me
parece que olvido a Ethan. Si, ya lo olvido. Cuando Brenda se sentó con Adam,
parecen que conectarón y empezaron a hablar.
Empezo el Profesor a decir las últimas 2
parejas y solo quedaba Yo, Ethan, Un chica llamada María y otro chico llamado
Pablo. Anuncio a la anteúltima pareja...
- La
anteúltima pareja es María y Pablo.- ¿ Queeeeeeeé? No puede ser. No puedo estar
sentada todo el año con Ethan. No, debe ser un sueño. No,no,no,no,no. Mierda,
¿Me pueden pegar? Para saber si me puedo despertarrr. Agrrrrr.
-Bueno, Ethan
y Julia, quedan ustedes dos. Lo que significa que se van a sentar juntos.-
Daaaaa... no me digas. No lo podía creer. Miré para donde estaba Brenda y ella
me lanzó un guiño. UN GUIÑO. Estaba loca si piensa que hay una posibilidad de
enamorarme de Ethan. Lo que me faltaba. Hice una mueca y me sente con Ethan. Me
sente y no lo quería ni mirar, solo preste atención a la clase y me perdí en mis
pensamientos.
Me concentre tanto en la clase que ni me dí
cuenta que mi telefóno estaba sonando. Miro de reojo el mensaje era de Mason.
Empese a mirar a mi alrededor y agarró el telefono, Pulse en "abrir".
*Hola Julia
¿Como estás?. Ah Pasado Tanto tiempo, te extraño...*
Claro... me extraña. ¿Justo ahora me
extraña?. Pfff, ya no le creo nada de lo que dice. Después que lo ví a el
manoseandose con una "Chica Porrista" ya no confio más en los
hombres. Todo gracias a Mason. Creo, que voy a tardar bastante hasta recién
confiar en un chico. Todavía estoy herida por lo que hiso Mason, porqué yo lo
amaba. Traté de sentir el menor interes posible por el mensaje e ocultando mi
"felicidad". Le respondí el mensaje, cortante. Como siempre había echo.
Nuestra relacíon cambio después de ese día. No fue como siempre. Yo le deje de
hablar y tratando de evitarlo lo más que podía. Durante un año no tuve
comunicación con el, ni el conmigo. Creo que se arrepintio, pero igual no lo
perdoné nunca. Lo que me hizo fue una traícion, me fue infiel siendo mi novio.
Y eso nunca lo perdonaria. Escribiendo el mensaje sentía como me temblaban las
manos. Que sensación estúpida, pensé.
*Hola Mason,
Bien estoy ¿y tú?. Si ah pasado bastante tiempo.*
Feliz y orgullosa de haber podido responder
ese mensaje sin lagrimas en los ojos, presté atención a mi clase. Lamentaba el
echo de que mi mejor amiga Brenda, no estaba sentada conmigo pero si no todo
sería perfecto. Creo que el Profesor nos dío un cronograma de los temas que se
darán este año, y con eso termino la clase. Me levante de mi asiento, miré a
todos mis compañeros de curso, me acomodé el jeans y el top, me peine un poco
el cabello, y me fuí directo al banco de Brenda ( la cuál seguro estaría
hablando con Adam). Llendo directo a donde estaba Brenda, alguien me agarra de
las muñecas. Era Ethan. ¡Que Pesado!. Miro mi muñeca y levanto la mirada para
ver a Ethan. Sus ojos Záfiro me miraron y solto la muñeca.
-Quería
preguntarte si querias tomar un café después de clase.- Me dijo. Miré en sus
ojos para ver si era un broma o algo. Pero en su mirada no vi nada más que
sinceridad.
-Claro,
¿Después de clase?.- Traté de sonar casual y cortante. Porqupe no quería que se
ilucionara.
-Si. ¿Te
espero en el estacionamiento de la escuela?.
-Bueno, nos
vemos en el estacionamiento ¿A qué hora?.- Le dije con una sonrisa.
-A las cinco,
nos vemos.- me dijo con una sonrisa, me saludo y se fue.
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